En el coche de mamá
te sorprendería saber
la de cosas que puedes encontrar.
Arena de playa y raíces de coral.
Trozos de galleta,
una mandarina sin empezar,
episodios inacabados,
de avatares en el patio,
un corazoncito roto
que con ánimo se levantó
al probar el chocolate.
Cuentos, papeles, muñecos,
pelota, cubito y pala.
Y la botella de agua.
En el coche de mamá
está la isla sin volcán
la historia móvil
de nuestras pequeñas vidas
que hemos de ensuciar.
3 comentarios:
explendido!
Desde luego!! ese y no otro es el coche de una madre, cojonudo, lo has clavado!!
jajaja gracias
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