El reloj de arena
se detiene en la playa
azúcar cálida desértica.
Ya estuve allí
Baelo Claudia.
Y las emociones
suben.
Son las olas
de la Historia
pagana y cristiana
fenicia, griega y romana.
Me sentí pirata
sirena y ánfora.
El gemelo de Júpiter
la duna dibujaba.
La sal era el oro
y los peces
se secaban.
Con mi caña
escribí mi historia.
Vasijas antiguas
se recomponen.
El arqueólogo intuye
lo que no detecta
el juicio ni la razón.
Baelo Claudia
belleza excavada
en el alma de una playa.
El presente se traslada.
belleza excavada
en el alma de una playa.
El presente se traslada.
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